El Pendo está en la localidad cántabra de Escobedo de Camargo, en el barrio del Churi. Las excavaciones empezaron en 1878 y se sucedieron durante todo el siglo XX. Hay restos desde el Paleolítico Medio hasta la Edad Media, los humanos han vivido aquí desde hace unos 84.000 años, primero el Neandertal y luego el Homo sapiens.
Su yacimiento es uno de los más citados de la Prehistoria, contiene uno de las mejores colecciones de arte mueble de la Península Ibérica, con elementos como doce bastones de mando, arpones y una espátula con forma de pez.
Es una cueva de tamaño espectacular, los habitantes del Paleolítico dispondrían de un espacio de unos 600 metros cuadrados, tiene un ancho de más de 40 metros en muchas partes y una altura de hasta 22 metros.
En 1907 se encontraron dos figuras grabadas en la parte más profunda de la cueva, un ave y tal vez un caballo. Tradicionalmente se han situado en el Magdaleniense Inferior (16.000-14.500 años).
En 1997 se descubrió el “Friso de las Pinturas”, un conjunto de unos 25 metros que había permanecido oculto por la suciedad de la pared hasta entonces, formada por figuras rojas, a unos 80 metros de la boca.
Hay doce ciervas, una cabra, un caballo, dos zoomorfos indefinidos y diferentes tipos de signos (puntos, discos y líneas).
Se puede ver el empleo de la técnica del punteado, hecha con el tampón o el dedo. Esta técnica solo se emplea en la Cornisa Cantábrica y limitada al Gravetiense (25.000-20.000 años).
Se cree que las figuras de El Pendo son de hace unos 20.000 años, de finales del Gravetiense o de principios del Solutrense. Se cree que es el fruto del trabajo simultáneo de dos artistas.
En 2008 la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad dentro del conjunto La cueva de Altamira y el arte rupestre paleolítico de la Cornisa Cantábrica.