La cueva de Cullalvera se encuentra en el municipio cántabro de Ramales de la Victoria, al pie del monte Pando, en el barrio de Anciruela. En este enclave se encuentra la entrada a un sistema kárstico de unos 12 kilómetros, donde vivió gente durante el Paleolítico Superior. En 1987 fue declarada Bien de Interés Cultural.
Se trata de una cavidad de grandes dimensiones, su boca tiene una anchura de unos 14 metros y 28 metros de alto. Fue refugio del parque móvil republicano durante la Guerra Civil española.
Hoy en día se encuentra enmarcada por un frondoso encinar cantábrico. En épocas de mucha lluvia, el agua cae cuesta abajo desde ese vestíbulo, puesto que las canalizaciones de las aguas del entorno la han convertido en una especie de depósito.
La cueva se descubrió en 1906 y el arte rupestre en 1954. En su vestíbulo ha vivido gente desde hace al menos unos 13.000 años.
Un parte de la cueva está abierta al público, la visita se hace por una pasarela de unos 400 metros habilitada para ello, pero las pinturas rupestres se encuentran en una parte más profunda y no se visitan.
Las primeras representaciones rupestres se encuentran a unos 600 metros de la entrada. Hay otro conjunto en una pequeña sala lateral situada a unos 700 metros, otro grupo a cerca de un kilómetro de profundidad y un último conjunto a unos 100 metros de allí.
Entre las representaciones hay figuras animales, por ejemplo un conjunto de caballos negros completos, y signos, predominan los segundos. Se alternan pinturas negras con rojas, líneas, grupos de puntos rojos… Como curiosidad, uno de los conjuntos de puntos rojos es la manifestación de arte rupestre encontrada a más profundidad en Cantabria.
Las representaciones son del Magadleniense Superior, hechas hace unos 13.500 años, en una de las fases finales del Paleolítico Superior.