Las familias de la pequeña nobleza vasca guerrean alineadas con los Oñaz o los Gamboa (Guerras de Bandos), con objetivo del control de la tierra y sus riquezas. Pero los Lili no pertenecen a un linaje guerrero y permanecen neutrales.

Durante algún tiempo su casa fue utilizada como prisión para los guerreros arrestados por la Hermandad de Gipuzkoa.

Para contrarrestar la violencia de la nobleza, la corona ofrece protección y otorga derecho a organizarse según unas normas a agricultores, comerciantes y artesanos locales.

Zestoa fue una de las últimas villas creadas en Gipuzkoa, encontramos la primera referencia documental de los Lili en la carta puebla fundacional de Zestoa otorgada en 1383. Los Lili ya estaban asentados en este mismo lugar antes del nacimiento de la villa.