Fuente El Salín se sitúa en el municipio cántabro de Val de San Vicente, a la entrada del núcleo de Muñorrodero. Está al pie de la falda suroeste del monte Rucao, en la desembocadura del río Nansa, a 3 kilómetros de la costa y a 15 metros sobre el nivel del mar. La explotación de recursos costeros fue importante en el Paleolítico, como alimento, como materia prima para herramientas y para adornos personales.
Forma parte de un sistema kárstico largo y laberíntico, con galerías en distintos niveles. La entrada actual está en el nivel inferior, cubierta por un arroyo activo, solo es accesible en época de sequía. La roca es muy inestable y un desprendimiento taponó la entrada. Es propiedad del Gobierno de Cantabria y está cerrada por su difícil acceso.
Las representaciones fueron descubrieron en octubre de 1985 por miembros de la Asociación Cántabra de Actividades Espeleológicas. El yacimiento arqueológico y las primeras pinturas están muy cerca de la entrada, pero en una de las galerías superiores, lejos del agua. Los desconchones han afectado varias pinturas.
Se han dibujado manos y signos, aunque podría haber alguna representación de animal. El número de figuras va en aumento según avanzan las investigaciones. Casi todas las manos representadas son indirectas o negativas, pero también las hay directas o positivas. La gran mayoría son rojas, pero hay al menos tres negras. También son habituales las rayas y los puntos rojos.
El grupo más destacado se encuentra en una columna, es un conjunto de manos rojas indirectas, de diferentes tamaños e interrelacionadas, tres de ellas tienen el antebrazo y muestran marcas que podrían ser marcas dejadas por pulseras.
Los restos del yacimiento arqueológico son de hace unos 22.000 años, del Gravetiense, las figuras pueden ser de la misma época.