La cueva de Ekain se ha hecho famosa en el mundo entero por el arte rupestre paleolítico que guarda en sus paredes, pero los humanos del Magdaleniense también dejaron otro tipo de expresiones artísticas en esta cueva.
Lo que se conoce con el nombre de arte mueble es cualquier expresión artística realizada sobre una superficie transportable por una persona de complexión media. Probablemente, la pieza tendría una utilidad concreta en su origen, pero hoy en día resulta difícil establecer dicha finalidad.
Es lo que ocurre con el modelo de arte mueble conocido como la plaqueta de Ekain. Es una plaqueta de piedra arenisca decorada que se encontró en la cueva de Ekain, pero no sabemos cuál sería su objetivo original.
Esta pieza apareció rota en siete partes en la capa estratigráfica VI del yacimiento de la cueva de Ekain. Sin duda fue el hallazgo más peculiar de la cuarta campaña de excavaciones, realizada en 1973.
Se trata de una pieza de piedra arenisca, con una longitud de unos catorce centímetros y una anchura de unos doce centímetros. Los resultados obtenidos en las dataciones de los estratos arqueológicos de su entorno dicen que esta pieza es de hace unos 12.000 años.
Presenta figuras grabadas en su anverso, junto con varias líneas y marcas difíciles de identificar, se pueden diferenciar las figuras de tres animales, dos de ellas son muy claras, aunque la tercera produce más dudas a la hora de interpretarla. Las representaciones de esas figuras se adaptan la forma de la plaqueta, tal vez las imágenes tuvieran continuidad en las partes rotas.
La más fácil de identificar es la figura de una cabra montés, ha sido grabada con líneas bastante profundas, el detalle de la cornamenta resulta muy importante a la hora de identificar la especie y la cabeza aparece representada con gran detalle, el ojo, las orejas o el pelaje se ven muy bien marcados.
La marca del cincel es más fina en la figura del ciervo y son muy claros los detalles de la cabeza, el ojo y el pómulo, está trabajada utilizando líneas cortas continuas, pero los cuernos están hechos con un surco más profundo y resultan claves para identificar la especie del animal.
La representación del tercer animal es la que mayores problemas plantea a la hora de identificarlo, queda bastante oculta debajo de las otras dos figuras, pero tal vez pueda tratarse de un caballo. Los arqueólogos se han basado en la línea de la crin para llegar a esa conclusión, han representado la cabeza, la crin, la cruz, el lomo, el morro y la línea de las patas delanteras con una marca simple.
Se puede ver una serie de líneas y marcas rodeando estos animales, tal vez fueran realizadas con el objetivo de completar los detalles anatómicos de los animales representados, o tal vez pueden ser complementos de las figuras que aparecían en las partes que le faltan a la plaqueta.
Normalmente los temas del arte rupestre y el arte mueble no suelen coincidir, en el arte mueble se han representado animales que son raros en el arte rupestre, pero en caso de la plaqueta de Ekain, los motivos se repiten en la plaqueta y en la cueva.
Resulta imposible conocer para qué fue creada esta pieza, el arte mueble se ha asociado a la utilidad de las piezas, con instrumentos que poseen una finalidad, pero en muchos casos resulta imposible hoy en día conocer ese objetivo original, a pesar de ello, es innegable que se ha creado un importante conjunto artístico de gran belleza y que la plaqueta de Ekain es un magnífico ejemplo de ello.