La cueva de Fumane está en el norte de Italia, a unos 15 kilómetros al noroeste de Verona, en el extremo sur de la región de Veneto-Pre Alpes, en los Montes de Lessini. Su aspecto actual se debe a los colapsos ocurridos durante el Pleistoceno y los procesos posteriores de heladas y deshielos.
Giovanni Solinas descubrió la cueva en 1964, fue investigada por miembros del Museo de Historia Natural de Verona. El arte rupestre fue descubierto en los trabajos de 1988.
Su ocupación humana se produjo entre hace unos 90.000 y hace unos 30.000 años. Alberga un yacimiento arqueológico de unos 10 metros de potencia estratigráfica, con miles de restos dejados por dos especies humanas, Neandertal y Homo sapiens. Hay herramientas de sílex, cantos trabajados, adornos y diversos utensilios.
Hay restos del Musteriense y del Auriñaciense, es un enclave muy importante para conocer las diferencias cognitivas y conductuales entre los Neandertales y el humano anatómicamente moderno, su clara secuencia estratigráfica da la posibilidad.
El arte rupestre son pinturas hechas con ocre rojo y amarillo, están realizadas en trozos desprendidos de pared, dificultando mucho la identificación de las pinturas. El que las pinturas estén cubiertas de calcita tampoco ayuda a interpretar las pinturas.
Se trata de figuras de entre 30 y 60 centímetros de longitud, hay un animal con el cuello enlongado, tal vez una comadreja, una extraña criatura de cinco patas y un antropomorfo masculino con una máscara con cuernos, podría tratarse de un chamán. Esta última figura tiene los brazos abiertos y presenta lo que podría ser un objeto ritual en la mano derecha. También hay algunos signos abstractos.
Podrían ser alguna de las manifestaciones rupestres más antiguas de Europa, estarían hechas en el Auriñaciense, hace unos 35.000 años.