La cueva de Le Catal está en la comuna de Cabrerets, cerca de la playa homónima que se extiende en la orilla izquierda del río Célé, en el lugar donde el río describe una brusca curva y donde ha horadado un gran abrigo en la parte inferior de la montaña. Está en el departamento de Lot, en la región de Nueva Occitania.
Es propiedad de la comuna y está cerrada al público, es Monumento Histórico desde 1993.
La cueva fue creada por la corriente del río, es una galería continúa de unos 166 metros de largo, con una anchura media de unos 3,5 metros y altura de unos 3 metros, con unas paredes muy arcillosas. Tiene una entrada muy amplia, de unos 4,50 metros de alto. Se encuentra a unos 10 metros sobre la altura del río y se queda sumergido en las crecidas, en el otro lado se abre un acantilado de unos 150 metros de altura.
La ocupación humana tenía que ser muy estacional, porque la cueva se llena de agua con las crecidas del río, pero no hay yacimiento arqueológico que informe sobre la forma de vida de aquellas personas.
Las pinturas fueron descubiertas en 1920 por el abad Lemozi y autentificadas en 1923 por Henri Breuil. Están a unos 90 metros de la entrada y a unos 3 metros de altura, en una posición difícil para pintar.
En el primer grupo hay un bóvido rojo y un ciervo, aparecen rodeados por largas series de puntos rojos. A unos 20 metros de allí, se puede ver una gran mancha roja en el techo.
Las figuras son muy esquemáticas, el bóvido se reconoce por los cuernos, uno de ellos está pintado en negro. El ciervo también se identifica por la cornamenta, tiene las patas proyectadas hacia delante. Hay que mencionar también cientos de signos, sobre todo series de puntos rojos y marcas hechas con los dedos, también hay signos llamados pectiformes.
Por el estilo de los dibujos de animales, las representaciones pueden ser de finales del Magdaleniense, hechas hace unos 12.000 años.