La cueva de Cualventi está en Cantabria, en Perelada (Oreña, Alfoz de Lloredo). Se encuentra en el fondo de una profunda colina, se trata de un gran abrigo orientado al oeste que da acceso a un conjunto de galerías repartidas en tres niveles. Tiene un desarrollo de alrededor de 1 kilómetro.
Hay noticias suyas desde alrededor de 1870, pero las primeras investigaciones fueron hechas en la década de 1950 por camineros de la Diputación de Cantabria. Las primeras excavaciones se realizaron en 1976, de la mano de un equipo del Museo Regional.

Tiene un yacimiento arqueológico con más de cuatro metros de potencia, con vestigios del Paleolítico Inferior, Medio y Superior, también hay restos de la Prehistoria más reciente.

Su arte rupestre se descubrió a finales del siglo XX y su autenticidad se confirmó en 2003. Las figuras se descubrieron en la covacha que hay al fondo del abrigo. En una época esa zona estuvo comunicada con el piso inferior de la cueva, su boca está a la altura del nivel del Magdaleniense Inferior y quedó sellada en algún momento.
Las representaciones se clasifican en dos grupos cronológicos. El primero es un conjunto importante de pinturas rojas,

utilizaron las técnicas de tamponado y tinta plana para pintar ciervos, cabras, caballos y un bisonte. El segundo grupo está formado por seis figuras grabadas que se encuentran en una pequeña hornacina, la cabeza de una cierva, tres cabras monteses, el cuarto trasero de un cuadrúpedo y una línea cérvico-dorsal aislada.
Las pinturas rojas pueden ser del Gravetiense o de principios del Solutrense, de hace unos 25.000-20.000 años, las figuras grabadas del Magdaleniense Inferior, de hace unos 17.000 años.
Es Bien de Interés Cultural desde 1985 y está cerrada al público, se necesita permiso del Gobierno de Cantabria para entrar en ella.