Grotte du Renard: arte rupestre en un entorno inusual

Grotte d’Orival o Grotte du Renard, conocida también como “Cueva del Zorro” o “Cueva del Malo”, está en la comuna de Orival, en el departamento normando de Seine-Maritime, aguas arriba de la cuenca del Sena.

Se encuentra en una colina situada a la izquierda del río Sena, hacia la mitad de la ladera, en un entorno de calizas blandas, por lo que ha sufrido una gran erosión natural y la cueva está cerrada al público.

Entrada de la cueva Grotte du Renard, Orival, Normandía.

Aunque forma parte de un sistema cárstico más amplio, los restos de ocupación del Paleolítico se han encontrado en las dos primeras salas, en un espacio de unos 50 metros de largo, a partir de ahí se extiende una galería muy profunda con una entrada muy estrecha.

Su conjunto de arte rupestre es modesto, pero importante por su situación geográfica, puesto que Normandía queda lejos de la zona tradicional del arte rupestre, se trata de una de las cuevas decoradas más septentrionales de Europa. Su autenticidad se certificó en 1978.

Las representaciones se encuentran en las dos primeras salas, sobre todo en el techo de la primera, hay pinturas rojas y grabados poco profundos, pero bien definidos.

Plano de la cueva Grotte du Renard.

Las pinturas rojas están hechas soplando el pigmento, utilizando las manos como cobertores. Las figuras grabadas pudieron hacerse con un instrumento de punta redondeada, algo de madera, asta de cérvido o hueso.

Dibujaron signos, puntos y rayas, las figuras grabadas más cercanas a la entrada son representaciones de animales.

Pueden estar relacionadas con la cueva de Gouy por cercanía geográfica y la época en la que se hicieron.

Las representaciones pueden ser de finales del Magdaleniense, de hace unos 12.000 años. Son un testimonio de la transición de un clima glaciar a otra época de clima templado, expresiones gráficas de una comunidad cazadora-recolectora del final del Paleolítico.

Ekainberri

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