Los murciélagos son uno de los habitantes más conocidos de las cuevas y muchas veces nos preguntas si tenemos murciélagos en Ekainberri. La respuesta es SÍ, pero, “nuestros” murciélagos no están dentro de la cueva, sino que, han escogido una parte resguardada del edificio. Estos animales han establecido su lugar de cría en una cornisa de la biblioteca.

Los murciélagos son los únicos mamíferos con capacidad de volar y hay muchas especies diferentes. Estos animales, dan a luz crías vivas y totalmente formadas y para ello, eligen sitios oscuros y tranquilos, como son, las cuevas, árboles huecos, techados, desvanes o edificios derruidos. Es importante no acercarse a los lugares que anidan, y respetar sus ritmos naturales.

El parto suele darse en primavera o verano, tras una gestación de entre uno y dos meses. Suele nacer una cría única que es alimentada a base de lecha materna durante bastante tiempo. Las hembras se suelen reunir al principio del periodo reproductivo, formando colonias de maternidad. Para ello, se cuelgan cabeza abajo y cuidan de sus crías durante varios meses.

Al ser animales mamíferos, tienen la necesidad de expulsar excrementos. Al haberse situado en lugares altos, los excrementos caen hacia abajo ensuciando así los cristales; pero, ese es el precio que tenemos que pagar a cambio de ver su cotidianidad.

Muchas especies de murciélagos están en peligro de extinción, y por ello, son animales protegidos. En Ekainberri, estamos teniendo la suerte de ver a diario su proceso de reproducción, eso sí, siempre desde el interior del cristal y sin causar inconvenientes a los murciélagos. ¡Te invitamos a hagas lo mismo!

En unas semanas, cuando las crías alcancen el tamaño y tiempo necesario, se irán a algún otro lugar y, tal vez, el año que viene, alguno de ellos volverá otra vez a este rincón de Ekainberri.