Conocida también como Gran Chêne de Gaud o “la Cueva de los Alfareros”, es una de las tres pequeñas cuevas paralelas del meandro de Gaud de la garganta del río Ardèche. Está en la comuna de Saint-Remèze, departamento de Ardèche, región de Auvergne-Rhône-Alpes.
Está en la parte izquierda del río Ardèche, tiene unas paredes muy arcillosas y se ha planteado que pudo ser un taller de alfarería en el Neolítico, pero no parece que nunca hubiera suficiente arcilla para ello.
Estas cuevas fueron utilizadas como apriscos y en las entradas se construían paredes de cierre, eso ha provocado la pérdida de material arqueológico por el vaciado de los vestíbulos. Vivió gente en ella en el Paleolítico Superior, los trozos de cerámica encontrados muestran su uso durante el Neolítico y parece que también fue refugio en la Edad de Bronce y en la Edad Media.
La cueva y sus representaciones fueron descubiertas por Eliette Brunel y Jean-Marie Chauvet en 1992, en el contexto de las investigaciones sistemáticas que hicieron en las cuevas de las gargantas del Ardèche.
Las figuras están en la galería central, en el corredor más baja, tiene un desarrollo de unos 40 metros y conduce a dos pequeñas salas, las dos con unas paredes muy arcillosas.
En la sala pequeña hay dos o tres líneas negras pintadas, cubiertas de calcita. El conjunto de la sala grande es más complejo, a la altura de los ojos están las sinuosas líneas hechas directamente con los dedos en la arcilla, algunas se entrecruzan entre ellas. Son dibujos hechos con dos, con tres o la mayoría con cuatro dedos, en principio no figurativos. Todas las figuras están cubiertas por una fina capa de calcita, asegurando su autenticidad.
La falta de elementos para la datación hace difícil establecer la época en la que se hicieron, pero pertenecen al Paleolítico Superior.